domingo, 27 de mayo de 2012

PRIMERA FASE: NEGACIÓN.

 
Lo sospechaba, pero no quería creerlo. Mil señales por doquier me avisaban de que no escaparía de la criba. Desde hacia meses la realidad de la empresa era tozuda y se empecinaba, con su “ERE que ERE”, en comerse a sus hijos, como un viejo Saturno novísimo con corbata y todoterreno.

No, no podía pasarme a mí, yo que había amaestrado mi rebeldía, que me había adaptado al férreo sistema, que había jurado la bandera del bienestar, adocenado ya con dúplex cerca del trabajo y percebes terciados los viernes. Yo que había relegado a poses estéticas mi marxismo y que disimulaba más que ocultaba, porque se sabían –renegar es un verbo imperfecto, al menos en éste caso- mis convicciones.

¿Acaso no era yo el qué además de llevar las cuentas de proveedores y pagos, se encargaba de contabilizar los éxitos y fiascos de las demás sociedades de la familia, con mayor o menor pericia pero con altísima dedicación? ¿Cómo podría ser que prescindieran de aquel que no tenía horarios, que prestaba su coche, su tiempo libre y lo que se me hubiese pedido en favor de la Empresa? Sí, Empresa, con mayúsculas, cuando no la Casa. También aprendí el lenguaje subvertido que se usa en el mundo empresarial.

¿No fui yo al que se me encomendó ser el recadero que llevará los documentos con el que mi presidente, amo, dueño y señor nuestro, compró la mayoría de las acciones de la sociedad? (pasemos ya a las reales minúsculas) ¿No era esa suficiente prueba de confianza que, a pesar de las molestias que me ocasionaron, dejaban ver a las claras la intimidad que se depositaba en mí?

¿No era yo el que retiraba el dinero para hacer los pagos por caja, el que acudía a los bancos que no entretenían a mi director? ¿No recibí yo, como la mayoría que no la poseía, la insignia de la empresa en aquella ceremonia de celebración del treinta aniversario y la lucía en la solapa de la chaqueta del traje? ¿No era ese valioso hombrecillo de confianza que toda empresa debe tener? No, todos lo éramos, todos seleccionados, moldeados, perfeccionados y, porque no decirlo, bien pagados, para así poder superar nuestros cada vez más relativizados escrúpulos. La competitividad y el ánimo de lucro requieren esa clase de compromisos, esa especie de patrioterismo a pequeña escala.

Diez años y dos meses. Diez años de “don y señor”, tratamientos alcanzados con turbias mañas. Diez años de vil obediencia, de pequeñas adulaciones, de graduaciones en tiralevitas, de felpudo laboral, de corbata y cuello duro, de zapato lustrado y pelo bien cortado. Diez años de miedo a que se malinterpretara cualquiera de mis gestos, o alguna desafortunada palabra u opinión que sonará a desleal, por parte del “rojillo” amaestrado. Diez años de chistes y chascarrillos en la sombra. Diez años votando en blanco, como triste modo de protesta, en unas manipuladas elecciones sindicales, donde sólo se presentaba un sindicato vertical al que nadie estaba afiliado. Diez años de oído duro y miope vista ante las chulescas maneras que los vástagos herederos exhibían, primero como visitantes y más tarde ocupando los más significativos puestos ganados por vía vaginal. Al fin y al cabo aquello era el reino de su padre y todos y cada uno de nosotros sus súbditos.

Como amaestrado, y ejemplo a seguir, era nuestro amado director. De pasado algo sospechoso, de posicionamiento "sociata" moderado, defensor del libre mercado, de rictus casi siempre rígido y comportamiento sibilino, al que alguien alguna vez describió como cardenal florentino, y que, tras ayudar a fundar la empresa, había participado, con fidelidad canina, en todas las satrapías que al fin y al postre terminaron por enriquecerlo. Aplazó sine die su jubilación para echar una mano, como él argumentaba con los subordinados. Para desarrollar el ERE, como le decía a visitas y necesarios colaboradores.

No, no podía pasarme a mí. No podía pasar que recién llegado de las merecidas, pero cortas vacaciones –exactamente llevaba un par de horas en mi puesto- fuera yo al que llamara mi superior inmediato, el director, el cardenal florentino, el ejecutor del orden y valedor de la disciplina interna, para recitarme el manido discurso tantas veces ejercitado, con menos solemnidad y más llaneza, por ser yo quien era, y anunciarme mi despido, con veinte días de indemnización según las clausula para tal efecto que tenía el expediente de regulación firmado por los representantes de la empresa, etc.

Pues sí, me pasó a mí y a muchos excelentes compañeros. A mí y a mi camarada Enrique, tan “rojillos” y tan atléticos, que ambas especies se extinguieron en el reino. Ocho meses hace ya de esto, diez meses desde que publiqué por última vez en el blog, donde vertía opiniones y daba rienda suelta a mi imaginación, donde ya advertí, un año antes (enlace), lo que se me venía encima con la reforma laboral de Corbacho y Zapatero, aquellos humoristas que resultaron ser lo que eran, aprendices de brujo comparados con las actuales hienas. Escribía con cierto relajo sabiendo que en la corte no suele leer estas cosas.

Según Natalia, mi compañera, aún no lo he superado, y así ando con poca fe en el trabajo que realizo, en los hombres y mujeres que se autodenominan empresarios o empresarias, en la finalidad última de cualquier trabajo, en definitiva en la lealtad recíproca en las relaciones laborales. Y tiene razón la presidenta de la república de mi casa, por lo que he decidido hacer terapia de escritura, empezando a reseñar, como puedo, las fases que ya creo haber recorrido del duelo del despido que cambió mi vida. Primera fase: negación.

P.D. Porque mis esperanzas de volver al reinito se han esfumado, que si no, de qué iba yo a escribir esto.

10 comentarios:

PIPO dijo...

SIENTO A LEERTE, ALGO ASI COMO ME PASO A MI, PERO SIEMPRE ESTA EL PERO, ME DI CUENTA Y REACIONE QUE EL MUNDO ES ASI, PENSE QUE LOS HABIA MEJORES PERO TAMBIEN PEORES, ME PUSE MANO A LA OBRA Y VOLVI A LLEGAR ADONDE ESTOY HOY, QUE ES LA MISMA SITUACIÓN QUE ENTOCES, Y SI ME PASA OTRA VEZ, PUES QUE ME PASE, !YO SE QUIEN SOY! Y CON ESTO YA TENGO BASTANTE, CUANDO ERES CARO, TE ECHAN, ASI ES.HOY SOLO TENGO UNA COSA EN MENTE AYUDAR A LOS DEMAS YA SE QUE PUEDO HACERLO, Y LO ESTOY HACIENDO, ES EL OBJETIVO QUE TENGO, PUES MI CURRO SIEMPRE LO HICE Y LO HAGO PERFECTO, PERO AL MENOS PUEDO AYUDAR, EN ESTA ESPAÑA QUE CADA FAMILIA HAY VARIOS PARADO, NO PIESES MAS EN AQUELLO, TE TOCO PUES VALE, LO QUE DISTES , NO LO TUVISTES QUEDAR, PERO LO HICISTES AL IGUAL QUE YO, ECHO ESTA, YO QUE TU ME COGERIA UN DIA PARA PASARME Y DARLE LA GRACIAS, !YA VERAS QUE CARA DE TONTO SE LE QUEDA!
SALVE CAMPEON

Anónimo dijo...

Hola amigo, antes de nada “gracias” porque ya esperaba de leerte, y si además leo esto tan personal y más compartido con quienes sabes te leemos; quizás, ¿Por qué no? quizás (repito) lo llegara a leer alguno y se sonroje de sus vergüenzas, si bien es cierto, creo a no equivocarme esos no la tienen ni tan siquiera con quienes comparten su techo.
Sabes, porque así la experiencia personal así me lo dejó confirmado.
Que te voy a decir… que les den a esos hijosdelagranputa, necios, que en su ignorancia y el depender para ser alguien de don dinero, son los de dar la palmadita mientras les salvas el culo y te tratan, ¡Joder! ¡Que trato! lo que haga falta… y una vez lo tienen a salvo suelen actuar de estas formas y maneras tan rastreras. Así es, ha sido y seguirá siendo toda esta “clase” que en su prepotencia e hipocresía no saben vivir de otra manera.
Como ya te dice Toni (buenas huracán) y también yo te lo digo, quien sabe de su deber cumplido tiene la ventaja aun sin riquezas, ser más rico y de llevar la cabeza alta, en su sitio, al contrario será aquel que cuando te vea si se diera; por mucho que se crea alguien, no dejará de ser el perro que no da la cara, el que no tendrá cojones a mirarte de frente porque ya no es el Don y menos el Señor que se creyó era cuando le salvabas el culo.

Las circunstancias, más si son inesperadas hacen de estos cambios en la vida nos cueste ponernos al día y nos cueste algo de tiempo, pero dice un refrán que; “no hay mal que por bien no venga” siempre que sea bien entendido y de ello estoy seguro que tú, ¡Que te voy a contar que ya no sepas chavalín! ¡Tú vales lo que vales!
Que sabrán algunos de los que su vida solo es y solo viven… en estados de cuentas, para mitigar gastos y posibles pérdidas u obtener beneficios a costa, a costa de lo que sea.

Y al final son los más pobres porque se sienten solos; los €€€ no les darán por mucho que quieran pagarlo; lo que yo sé a ti te sobra, tanto tienes, más compartes y tanto recibes.

Un abrazo y me alegra “un puñao” retomes tus buenos escritos cervantinos.

Anónimo dijo...

Hola amigo, pase lo que pase la vida sigue (ea nave va) y hagas el trabajo que hagas, tú tienes argumentos para ser feliz, por lo tanto ellos se lo pierden.
Un abrazo y un beso.

Anónimo dijo...

Marce dijo...

Joder que no he puesto el nombre !!! ja,ja,ja,ja.

Marcos dijo...

Estos son los verdaderos españoles, los salvadores de la patria. Los que no han presentado un puto balance en condiciones en toda su vida. Los que no han presentado una declaración de impuestos correcta nunca. Los que han comprado y vendido sin IVA y a voces. Los que se han valido de una póliza del banco usurero de turno y la confianza de los proveedores para vender humo. Los que han pagado a un “auditor” para que les de su firma. Los que te decían que eran los mejores y lo máximo que podías hacer era una mueca, por no decirles que tenían que llevar en la cárcel desde que montaron la empresa.
Y lo peor, los hijos han sacado matrícula de honor de esas enseñanzas.
y la culpa de todo la tiene………….,Zapatero.

Sastre dijo...

Nacho, la perspectiva que nos proporciona el paso del tiempo ¡nos permite ver con más claridad!
En todo hecho traumático, necesitamos un tiempo para la asimilación y eso es, lo que te ha ocurrido a ti.
Creo que aunque sin tú saberlo, podrían haberte hecho un favor. Porque de alguna manera, has quedado liberado de ese “vasallaje” al que se había acostumbrado tu cuerpo.
Lo importante es que, como un chico listo que eres, has encajado la situación, has aprendido la lección y sobre todo ¡Vuelves a escribir! (que en realidad, es lo que a ti, te gusta)¡No podía ser de otra manera! Porque además, te están empujando.
Un abrazo, amigo.

Nacho M. dijo...

¡Alto la carga!

Gracias a todos. Pipo, no me pasaré por allí. No creo que sirviera de nada, pero además me apetece tanto como ir al proctólogo.

Miguel, es cierto que como decía Sabina en aquella canción, sean tan pobres que al final sólo tengan dinero.

Marce, ya irás pillándole el truco a esto y algún día, por fin, logres poner tu nombre. Es cierto, me sobran argumentos para ser feliz. Sin embargo ciertos reveses nos los dan para lo contario.

Marcos, no sé si Zapatero únicamente tiene la culpa, pero lo que está claro es que a esta manada alguien los deja sueltos por la mañana y no los recoge por la noche.

Toda conclusión e interpretación es válida, esto que he escrito es ya tan vuestro como mío, pero mis intenciones tiene que ver más con las fases, que según ciertos especialistas, tiene el duelo (emocional). A saber:

- Negación.
- Ira.
- Negociación.
- Depresión.
- Aceptación.

Yo intento relatar una parte de esa fase que viví (sin tener claro en que fase estoy, no sé si la viví o la sigo viviendo). Así mi escrito se puebla de la palabra “no”. Ya veremos si sigo con la fase de la ira, que es esa mala leche que se nos pone y que, ahora mismo, también es la fase en la que está la mayor parte de los habitantes de este país.

En fin, Luis, que tú te has acercado más y sí, me he sacudido ese vasallaje, pero a lo peor es porque he entrado en otro. Lo que sí tengo claro es que seguiré escribiendo, no sé con cuanta dedicación y frecuencia, pero lo haré.

Lo dicho, gracias por volver por aquí. Gracias por estar

Kureka dijo...

Aquello nunca fue el Reino.

Y tú siempre has sido más de ira que de negación.

Así que vamos padre, que ya tienes un año más y cada vez estás mejor, estés de acuerdo o no..al menos a mi cada vez me gustas más :)

Te quiero.

Nacho M. dijo...

Y yo a ti. Y me gustas tanto o más que cuando eras un improvisado “mico”.

Ya queda menos para la ira.

Montesinadas dijo...

A ver amigote. Acabo de seleccionar tu blog para los premios Liebester blog Award.
Una cadena de premiados entre blogeros. Espero que te anime a actualizarlo más a menudo y a tener muchos más seguidores.

Sigue la cadena si te apetece y promociona otros blogeros que son de tu interés.
Aquí tienes las instrucciones.
Abrazos

http://montesinadas.blogspot.com.es/2013/05/seleccionado-para-los-premios-liebster.html