miércoles, 7 de abril de 2010

PASADO MARZO



Entresuelo, bajo, primero, segundo, tercero y, por fin, cuarto. Olvidé que subir a casa de Luis es toda una tortura, es lo que tienen los pisos altos de los bloques de protección oficial de barrio pobre. Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que subí a aquella atalaya, avejentada y algo desastrosa, donde se respira soltería y humedad mezcladas con tabaco. Por pura rutina, de forma mecánica, Luis enciende el televisor donde sale directamente un canal marginal, de barrio o de pueblo, de cuyo nombre no quiero acordarme. Será el embriago de las cervezas o la capacidad de hechizar que tienen los rayos catódicos lo que hace que me fije en los dos tipos, diríase que uniformados, que el aparato escupe al cuarto de estar: americana encima de sendas camisetas oscuras, pantalones de pitillo, gafas de pasta negra, y largas, a la vez que pobladas, patillas.

- Bienvenidos de nuevo a este espacio cultural. Hoy se encuentra con nosotros Jhonny Baeza Tarancón, escritor novel y apasionado de la ciencia ficción que nos va a hablar de su nuevo libro.....

Me libero durante un rato de la presentación televisiva y miro con nostalgia aquel piso que tantas noches de borrachera me refugió cundo Luis aun lucía flequillo y yo no tenía barriga. La huella de sus padres sigue estando latente por todos los rincones de la casa. Sobreviven aun multitud de objetos que, bien por respeto o bien por esa desidia que impone la nostalgia, continúan habitando repisas y estanterías. Vuelvo a mirar las fotos antiguas con sus emperifollados marcos de brillos dorados. Las figuritas de gitanillos, fray escoba y otros personajillos; souvenirs de viajes repartidos por los oscuros muebles, todo a juego con la triste luz que, en los días más soleados, entra por las ventanas que dan al patio interior.

La televisión sigue con su soliloquio procedente del diálogo de las dos figuras que, ante un decorado sobrio, continúan analizando o destripando lo que ellos denominan, con cierta pomposidad, la cultura.

- Pues si. En mi anterior ensayo denominado “Declive de la novela erótica y auge de la sinalefa en la lengua castellana” yo ya me centré en la lucha que el imaginario freudiano del pene mantiene con el hiato y viceversa....

Echo de menos la guitarra y por fin la encuentro reposando detrás de un sillón. Oculta en su funda de siempre veo que ha sido reconvertida y ahora actúa de improvisado perchero.

- ¿Sigues tocando?

Luis aparta la vista del televisor y me mira con una ceja arqueada. Sopesa la respuesta y me contesta con aire de desgana:

- No mucho. Ya sabes, entre semana este curro de mierda que me roba todo el tiempo y los “findes” entre ver a los viejos y a los colegas....La verdad es que tampoco tengo muchas ganas. Serán cosas de la edad.

Serán. Pienso, pero no se lo comento. Para qué. Le dejo con su silencio y su mirada que se pierde ante el televisor. Reflexiono sobre lo poco que le debe quedar a este tipo de cadenas con el apagón analógico. Estamos ya en marzo. No me gusta marzo. No recuerdo que me pasara nada bueno en marzo y sin embargo puedo evocar multitud de momentos tristes. Marzo es siempre el portazo con que el invierno se despide, enojado por su avidez de fríos y tinieblas.

- Inevitablemente la futurología llevada a la ficción nos hace mejores personas, individuos, seres humanos en general. En mi última novela ya expongo -con la parábola de la fusión del átomo de Ciriolo 14 con las berenjenas de Almagro- como se logra crear, mediante un fortuito escape, una raza de sabios, que enseñan no sólo a la humanidad, sino a todo el universo el sentido de la solidaridad y a ganar todos los concursos interplanetarios de poesía cilíndrica.

Definitivamente el televisado me deja perplejo. Me pregunto cómo y de qué vivirá el andoba. Dictamino que ya es hora de volver a casa y repaso mentalmente todo lo que Luis y yo hemos hablado en el periplo de bares que va desde la plaza de toros a su casa. Miro de nuevo a la funda de la guitarra que, por su rigidez, se me antoja sarcófago y supongo que contiene un instrumento momificado por el tiempo y la derrota.

Mañana es jornada laboral. Es hora de despedirse. Preparo mi mutis. Miro al reloj y Luis con desgana me acompaña hasta la puerta. Frases protocolarias, abrazos y besos de rigor. Alcanzo el primer rellano y Luis me pregunta asomado a la barandilla:

- “¡Eh chaval! ¿Cuando vas a poner algo en el blog?”

- “En cuanto pase marzo, te lo prometo.”


10 comentarios:

Kureka dijo...

Oscar confirma que quiere callos y que esta vez por su madre que se los trae envasados al vacío, burlando todos los controles sanitarios y prohibiciones chinas.

Me alegro de que cumplas tus promesas y leerte por fin.

Besosmil.

Moñi dijo...

Estos relatos, que para mí son realidades y que te sacas de la “manga” cada mes, deberías tomártelos en serio. Yo es que alucino por esa facilidad que tienes para transportarnos a tiempos y cosas añoradas, aunque supongo que la edad también cuenta. El caso es que me pasa contigo como con la nómina, estoy deseando que llegue fin de mes.
Salud compañero.

Anónimo dijo...

Algunos llevamos unos años con todos los dias lunes y todos los meses marzo.
Cuando quiera llegar abril de una puta vez va a resultar que ya es noviembre.
La leche, sólo me falta que salga en la tele aquella imagen de Tve que anunciaba el inicio de la programación de tarde, con los barquitos flotando y la música aquella que compuso un tipo instantes antes de tomarse el tubo entero de pastillas.
Me has puesto triste, gilipollas. Que sea la última vez.
Ang napakatalino at walang katulad ng tao binti
(¿No querías tagalo...?)
Hala, un beso

Nacho M. dijo...

Hola Cariño:

A falta de una semana la búsqueda de los callos ha pasado a ser la mayor preocupación de la abuela. Es más, una vez comentado los del envasado al vacío, si no la paramos está pidiendo precios de máquinas que hagan ese trabajo. Os estamos esperando.
Besucos.

Marcos:
Gracias por el halago y la comparación con “santa nómina”. Lo de tomarme en serio esto es harto imposible, la contestación está en el propio escrito.
Un abrazo y gracias por venir por aquí.

Sr. Pierna:
Recuerdo perfectamente aquella música, que se aliaba con la luz mortecina de la tarde y era muy deprimente, pero en fin, un día la sacaron de la programación y se acabó, como se acabó marzo y se acabará el eterno lunes. Nada es eterno.
No te me vuelvas a poner triste, brillante Pata (según la nota tagala). No escribo para ello.
Besos varios.

A los tres gracias y perdonad el retraso en mi contestación.

SIR LAWRENCE dijo...

Lástima no haber "sintocinado" el canal de TV ése, ese día. Creo haber oido que también se tocó el tema, harto interesante, de "cómo aprender a decir no" a una tercera torrija, en busca del equilibrio perfecto.Basado en el best-seller del no menos conocido autor Blanco B. Dyer... Espero verlo pronto en una segunda reedición (y grabarlo).
Por lo demás, los niños, bien. Y la tata, como siempre.
Has de ponerte en forma para subir a los pisos de protección oficial. Eran para mantener el "régimen". También conocí uno.
Yo, como Moñi, también te espero, sin vincularte la dinero, pues lo tuyo es pura poesía, o arte, o ensayo.
Un abrazo.

Marce dijo...

Hola escritor, un saludo para que sepas que te leo.
Jhonny Baeza Tarancón...... eres un cachondo !!!

Nacho M. dijo...

Pues sí Maestro:

Quizás haya un poquito de acidez. Quizás esta acidez sirva para corroer el lamento que se esconde en la efímera vida de algunos sueños y echar una sonrisa. Espero que te gustara la canción que, para mí, es un canto a que las perspectivas no son rectas ni estrictamente verdaderas y que, al final, todos terminamos o con chepas o estrábicos o ambas cosas.

Un abrazo.

Gracias Marce por leerme. Tú si que eres un cachondo y un vitalista. Cómo mola tenerte por aquí, por allí o por donde nos vayamos encontrando.

Otro abrazo para ti.

Kureka dijo...

Padre,

Ya estoy en Estambul, preciosisimo y nada de Jet Lag. Por favor, párale los pies a la abuela que entre ella y Oscar me veo detenida en la aduana china explicando que sólo son callos y no son drojas, ni gripe del cerdo concentrada, ni porno, ni nada..Ya voy.Besos mil.

J.M. Quesada dijo...

Hola Nacho.
Marzo nos ha dejado. En nuestro haber nos deja, treinta y un días más o treinta y un 31 días de menos. Según nuestro modo de contar, sea hacia delante o hacia atrás. Yo prefiero contar lo que llevo, más que lo que me queda. ¡Treinta y un día más vividos! ¡Que nos quiten lo "bailao"!
Un año más, le sucede abril. El mismo, que un mal año, le robaran al maestro Sabina a pesar de tenerlo guardado en un cajón. Pobre hombre del traje gris.
No me refiero a aquellos otros “pobres diablos”, que también vestían de gris, Tocados con una gorra de plato, a juego. Equipados con un kit completo de reprimir mentes pensantes, pistola…de las de matar, porra… de las de pegar y negras botas para pisotear. No, no me refiero a esos hombres de gris, que ya por estas fechas se entregaban a un exhaustivo entrenamiento para “machacar” a la “canalla obrera” que sin duda una vez más se manifestaría por las cercanías de Atocha y en tantas otras plazas de España. No… no me refiero a esos “grises”
¡Joder! No sé porque demarro, pero es que la palabra gris, me arrastra, me trae malos recuerdos. Disculpa Nacho.
Yo en realidad lo que quería es felicitarte por ese arte que tienes escribiendo y agradecer el ánimo que tratas de infundirnos a los mas neófitos. Añadido a mi escasez de dotes, está la pereza para ponerme a escribir.
También, aunque tarde brindar por el rebrote de ese añorado 14 de abril. ¡Que llegue la 3ª!
En otros términos celebrar el día 19 y desearte un feliz reencuentro con tu Kureka.
Que lo disfrutéis.
Un abrazo y ¡Salud!

Nacho M. dijo...

Hola Hija:

A pesar de la contumaz disidencia de la abuela, al final hemos logrado que se someta a los dictámenes del comité. Por otro lado ando algo preocupado con la jodida nube volcánica. Mañana, al fin y a la postre, se verá cómo os afecta.

Besucos.

Coño Juanma:

Bien hallado de nuevo. Me alegra un montón que vuelvas a poner algún comentario. No seas acaparador y déjanos algo a los demás. Me explico: la música, el cuero, la fotografía, la moto, que con tanto arte conduces, y además quieres escribir. Eres todo un renacentista del siglo XXI.

Por otro lado las memorias llegan hasta donde llegan. Para ampliarlas hay que tener afán por no olvidar las propias y complementarlas con las de los demás. Estoy de acuerdo contigo en que La Tercera tiene que llegar de una vez, a ver sí así desaparece tanto gris en el horizonte.

En cuanto a Kureka y Óscar también andamos esperando que la nube, como no, gris, no impida que mañana estén en casa.

Un abrazo, Compañero.