lunes, 1 de noviembre de 2010

MALDITO OCTUBRE



Escribir es un estado de ánimo. Octubre ha ido minando ese estado con sus primeros fríos, con su luz en fuga que el gobierno remata con el, para mí, demoledor cambio horario. Me deja octubre el estado de escribir empachado de tristeza, melancolía e indignación.

Dice un tío mío (este verdadero, no como Ricardo) que se muere gente que antes no lo hacía. El mes de octubre, entre otros, se ha llevado a Juan Carlos Arteche.
Arteche fue durante muchas temporadas una suerte de antihéroe de esa novela negra futbolística que es mi Atlético de Madrid. No voy a hablar de sus dotes deportivas, es sabido que no fue un fino estilista, pero tampoco un tuerce botas. Era un currante del fútbol, capaz de liderar un vestuario con dignidad, entrega y valentía de la que hacia gala tanto fuera como dentro de los estadios y, por lo que hemos podido saber por sus más allegados, ni el cáncer logró cambiarlo. Se enfrento al “bicho” con entereza, como se enfrentó a Gil.
Nació en Maliaño -entonces un pueblo entre el mar y las vacas y hoy devenido a una ciudad dormitorio de Santander- y fue un digno hijo de esa maravillosa tierra que es Cantabria. Quienes lo conocieron de chaval dicen que ya despuntaba, que siempre fue así, fuerte, digno y corajudo. Descansa en paz Carlos y a marcar a los rivales, estés donde estés, que es lo tuyo.

Si este país ya estaba jodido, perdido y desorientado, para terminar de rematarlo se nos ha ido Marcelino. Ciertamente ha vivido. Dura, pero bella vida la que nos ha regalado, ejemplo para cualquier humano de bien. Los hombres de esa raza que ahora se extingue, y de la que Marcelino era justo representante, fueron rebeldes y dignos. Pero algunos de ellos fueron además disciplinados.
Contaba -en una entrevista de hace ya algunos años- que todas las mañanas, en la cárcel o en libertad, en invierno o verano y frente a una ventana abierta practicaba gimnasia. Lo contaba como ejemplo de buena costumbre, pero sobre todo como disciplina para resistir. Él era así.
Acataba las decisiones colectivas por encima de sus aspiraciones individuales en aquellos tiempos del demoledor centralismo democrático -que el camarada Carrillo aplicó con poca fortuna y menor pericia- y de la desconexión entre el interior y el exilio. Más tarde llegarían los Pactos de La Moncloa, el Estatuto de los Trabajadores, la monarquía con calzador, y Marcelino, a regañadientes, pero con disciplina, volvió acatar. Así son los imprescindibles.

No abandonó el sindicato, su sindicato, cuando el ahora diputado Gutiérrez –tú también, Bruto, hijo mío- y el pívot Fidalgo, por etapas, lo iban convertido en lo que es hoy.

Renunció a su escaño y sus prebendas, renunció a la presidencia permanente del sindicato y siguió viviendo, modestamente, en el Carabanchel de mis amores. Algunos no entenderán que eso es responsabilidad, dar ejemplo y tener coherencia. Esto me trae a la memoria aquella tarde en que coincidí con el ahora diputado Gutiérrez en la cola de la caja de un supermercado del pueblo en donde trabajo; me rechinó su figura, disfrazado de jinete y acompañado de una jovencísima amazona. Le noté violento ante mi inquisitorial mirada. Es muy impactante ver a tu antiguo secretario general de esa guisa, más propia de un Martínez de Irujo que de un Gutiérrez a secas. Serán mis prejuicios de clase, pero a pesar de la impactante imagen, que resumía el ascenso de este señor, yo seguí y sigo pagando las cuotas al sindicato, con menos devoción y poco fervor, todo hay que decirlo.

Y Marcelino ha emprendido otro viaje. Como es costumbre todos los medios de comunicación, con mejor o peor estilo, le han rendido tributo. Por su capilla ardiente hemos visto desfilar a toda clase de personajes y personajillos. Especial repulsión me ha producido ver la figura de la Presidenta de la Comunidad de Madrid pasando por allí, cual modelo libérrima en pasarela, haciendo una vez más alarde de su falta de decoro. La misma que aboga por la desaparición de los sindicatos y por una ley de huelga restrictiva a más no poder. No tiene vergüenza. Todo es útil para los intereses de la bilingüe marquesa, para la más rancia de las paletas de Madrid, que, como todos los madrileños sabemos, son las peores paletas.

Ahora, Marcelino, recibes los merecidos homenajes que rara vez se te rindieron en vida. Me temo que tu muerte también es parte del espectáculo cotidiano con que nos alimentan, pero para mí y para muchos, tu vida es, me temo, ejemplo irrepetible.

¡Buen viaje Camarada!

También octubre se ha llevado a más gente apreciada y querida como Manuel Alexandre, Manolito para sus amigos. Otro resistente, pero este de la escena. Otro perdedor de aquella guerra, pero es que fueron muy pocos los que realmente la ganaron y un país entero el que la perdió. Se ha ido un cómico de los de antes.

Y para que este octubre alcanzara con holgura su condición de maldito que yo le otorgo, tuvo que aparecer el incalificable Sánchez Dragó. Bastante carnaza nos han dado los medios de comunicación con su última proeza como para meterme yo en más comentarios. Sólo puedo sentir indignación al ver que con mis impuestos se ceben cerdos como este. Puedo llegar a entender la degeneración humana dentro de la ficción literaria, en el ámbito íntimo y privado del pensamiento, pero no aguanto el jactarse y refocilarse públicamente en sus depravaciones. Este tipejo, el mismo que, según las parodias de Muchachada Nui, se hace las pajas al revés, debería estar expuesto en algún zoológico al ser un raro primate capaz de hablar con pedantería, en vez de estar llevándoselo crudo en un medio de comunicación público.

¡Maldito octubre qué ya te has ido!

P.D. Pero sólo es por lo irreparable, no creáis que todo ha sido malo. El reencuentro con mis Amigos, viendo a Ruibal o festejando lo de Puchi, no tiene precio. Ni la visita a Segovia, ni las manos de ministro, ni las cañas de los viernes, los sábados y los domingos. Tampoco tienen precio las noticias de Shangai y las pequeñas cosas que nos hacen seguir vivos. Rosita, este año llevo mejor el cambio de hora y por ti la cambiaría todos los días.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

La muerte o el fin de las cosas, es el principio de las que vendrán y como este maldito mes de Octubre llegó a su fin, ahora nos llega otro, que estoy convencido que será mucho mejor o de esa forma deseo que sea.
Nacho me gusta que NUNCA te olvides de esas cosas aparentemente pequeñas, creo que son por las que realmente merecen la pena vivir.
Ahora te estarás preguntando quien carajo escribe esto, te diré que sólo soy un sobrino tuyo que sufre con el Atleti y ahora disfruta cada segundo, con alguién que fisicamente es pequeñita, bueno ya 7,5 meses, pero capaz de darme la vida. Hace mucho que te sigo y me encanta encontrarme con nuevos escritos.
Muchos besos

Kureka dijo...

Te salió tristón, pero no me lo creo. En algún momento te has hecho mayor en el mejor sentido de la palabra. O mejor "grande" y ahora casi siempre que te pregunto cuentas las cosas buenas primero (lo de Puchi, las cañas, las grandes frases de la abuela..) Y cuando se muere gente que no se moría antes, haces de ello un homenaje y no una esquela..Pues eso, grande. Muacs.

Marcos dijo...

Nacho, solo por cortesía me atrevo a comentar, pues se que lo que escriba solo sirve para manchar tu relato. Demasiada poca gente de bien va quedando, nos estamos acostumbrando a lo que queda, ESCORIA, en todos sitios, y lo peor es que todavía tienes que escuchar a los de siempre eso que “quisieron” y de que manera inculcarnos, la palabra VALORES.
Solo un reproche, has mezclado a la buena gente con Dª ESPE..rpento, claro que en todos los cestos vemos alguna manzana podrida, ¡vergüenza de gentuza!.

Saludos y gracias.

Nacho M. dijo...

Hola Anónimo Sobrino:

No sabes lo que me alegra tu aparición por aquí.

En las pequeñas cosas reside eso que damos en llamar felicidad. Nos engañan, y a cada uno nos cuesta lo suyo llegar a comprender a aquel sabio que no cambiaba París por su aldea, incluso hay quién no lo consigue nunca. De repente, según pasan las cosas, las buenas, las malas e incluso las “medio pensionistas”, te despiertas un día en que el sufrimiento del atleti ha devenido a puntual molestia y las angustias de cada día pasan a ser de cada semana o de cada mes o de nunca. Entonces las galaxias son sospechosas, el sistema solar una extravagancia y el universo una niña pequeña, otra grande y una restringida multitud de gente maravillosa.

Sé que es imperdonable que aún no conozca a Martina, espero hacerlo antes de que se nos vista de largo. Lo prometo.

Gracias por estar por aquí. Un besazo enorme para los tres y me reitero: lo prometido es deuda.

Hola Mónica:

¡Qué todos saben que eres mi hija y van a pensar yo qué sé! En serio, gracias por lo de grande, viniendo de ti es un orgullo. Sí es cierto que al final salió un poco tristón, pero el tema y yo no dábamos para más.

Bendita cuenta atrás que ya ha empezado.

Besucos.

Marcos:

Déjate de cortesías y suciedades, esto también es tuyo. Por otro lado no sólo he traído a Doña Espe; por ahí también han estado por ese mismo lado Dragó y supuestamente por el otro Gutiérrez y Fidalgo. Valores y principios, o viceversa, que ellos tornan a conveniencia bajo el palio de la evolución intelectual y social que tú y yo nunca alcanzaremos. Pero no lo alcanzaremos por ser más zotes sino por tener esa rémora que se llama vergüenza.

¡Un abrazo amigo y nos vemos dentro de nada!

Sir Lawrence dijo...

Parece ser que el mes de octubre se nos volvió a todos algo elegiaco. Ya lo decía en mis retazos de niño: el otoño va asociado a la caída de las hojas, la migración de las aves y las visitas no deseadas de la “señora de la guadaña”.
La Muerte.
Un día, hace ya tiempo, puse a mis alumnos, en la clase de música, el célebre "Adagio" de Albinoni para que lo escucharan. Al tiempo les mandé escribir sobre las imágenes, las percepciones, los sentimientos... que les produjera su escucha. Los alumnos siempre nos acaban sorprendiendo. Muchos coincidieron en su tono triste y elegiaco; apareció irremediablemente la muerte. Se me ocurrió pedirles una definición sobre la misma. Todos lo hicieron con cierto entusiasmo y a la hora de ponerlas en común, hubo una que me impactó. Era de una niña: “La muerte es el primer paso hacia el olvido” Ignoro si la citada era creación literaria de la adolescente o la había oído o leído por otros derroteros... Lo cierto es que se trataba - y se trata- de una firme sentencia; lo triste es que empecemos a olvidar a aquellos que amamos (o que algún día admiramos), mucho antes de que ésta llegue.
No voy a ensalzar la figura de ninguno de los que se han ido. Nacho lo has hecho magníficamente. Tampoco de los mencionados vivos, ninguno me merece especial admiración, ni un minuto de mi tiempo. Sólo desear a todos los que te leen y a ti, en esta semana -octava de difuntos-,una larga y feliz vida.
No sé si te haces cada día mas Grande, como dice Kureka, o ya lo eras, pero he de confesarte que admiro sinceramente tu forma de escribir y tu claridad de ideas.
Nacho, como siempre, un abrazo.

Nacho M. dijo...

Gracias Maestro:

Como ya te he dicho en otros foros he estado por ese Norte que en esta ocasión ha estado más Norte si cabe.

Ninguno de nosotros haremos historia (de esa con mayúsculas). Somos, en el mejor caso, historia doméstica. Nadie se acuerda ya del nombre del bisabuelo o de la tía abuela aquella. En Santander es muy habitual ver en los letreros de las calles, cuando llevan el nombre de alguna personalidad, poner debajo a lo que se dedicaba. Por ejemplo: Calle de Floranes (escritor).Porque sabremos, o no, quién es Floranes, Escalante, Pereda o cualquier otro, pero ya nadie se acuerda de sus voces, de sus risas, de sus guiños, de sus buenos y malos hábitos. El olvido siempre llega.

En tu blog ya te dije que yo repaso de vez en cuando la, cada vez más extensa, lista de mis muertos, para no olvidarles, para decirles que aunque sea en mi cabeza por aquí siguen.

Nos sobra ya otoño y aún no ha llegado el invierno, Maestro.

Gracias por leerme, la admiración es mutua.

Nos vemos pronto.

¡Salud!

Sastre dijo...

Buenas tardes.

Perdóname Nacho, por llegar un poco tarde, pero he estado ocupado, ya sabes… que si nietos, que si la banda de… ¡no sé que!
La cosa, Nacho, es que te intuyo un poco triste, ya sé que hay meses malos y otros horribles, esperemos que noviembre haya mejorado.
En el caso de Marcelino Camacho, me llamó la atención, la ristra de políticos, politiquillos, cargos y carguillos… con la única intención de salir en la foto.¡Que bochorno!
Llevas razón cuando dices “Este país no tiene arreglo”.

¡Si es que ya empezó mal!

Cristóbal Colón, un hombre que sólo con ver su corte de pelo ya daba pistas sobre su tendencia a equivocarse, intentó llegar a la India por un camino más corto y calculó tan mal, que se encontró en medio, un continente. Los reyes creyeron en un plan ridículo, ideado por un hombre loco y así se ha seguido gobernando España desde entonces.

Qué decir de Hernán Cortés (que lo cortés no quita lo valiente) (joder! llevando cañones cualquiera es valiente) fue el primer español que hizo las Américas, llevó espadas, crucifijos y pandemias varias, como la gripe y la viruela. ¡Pero, cuidado! No vaya a ser que cinco siglos después, Centroamérica nos devuelva la pelota con alguna pandemia rara ¡eso si no nos la ha devuelto ya!

Podemos seguir con numerosos ejemplos, el de la Armada Invencible, Felipe II corta los árboles de media España para construir casi trescientos de lo que hoy serían “pedazo de barcos” y va y ¡Se le hunden todos el mismo día!

Carlos III mandó construir las fuentes de Cibeles y Neptuno, además del Museo del Prado y la Puerta de Alcalá, creo que después de Gallardón es el que más pasta se ha gastado por Madrid. Hay que reconocerle un mérito, de no haber sido construidos estos monumentos, hoy día estarían ocupados por el estadio Bernabeu ¿Ó habría que llamarle estadio Carlos III?

¿De los que hay ahora? … De estos no puedo opinar, no le entiendo cuando habla.

¡Salud!

Queipo dijo...

Luis te has pasado del estadio, si el estadio del barsa ocupa toda barcelona, jajajaja.
Hola Nacho majete alegra esa cara, no me gusta verte asi y menos a una persona que aprecio un huevo, bueno uno y medio ya que al menos el medio me lo quedo para cronarlo , jajajaja+
Abrazos

Nacho M. dijo...

Pues sí, Luis, la verdad es que la historia de éste país tiene miga. No nos olvidemos de las múltiples guerras civiles, de las fallidas repúblicas, de la Santa Inquisición, de nuestro papelón en las colonias, del no menos papelón en la descolonización que, hasta hoy nos pringa, con el ridículo que estamos haciendo con el Sáhara.

Supongo que por ahí hay puntuales momentos para sentirse orgulloso. Yo la quiero, como la quería Blas de Otero o Antonio Machado en contraposición de los vocingleros patriotas.

Pipo, será el frío.

Un abrazo para cada uno, que no es igual que un abrazo para los dos.

Marcos dijo...

Ya está usted haciendo tarde, miro mi cuenta y no veo su "paga" de diciembre. No me sea perezoso, comparta sus penas con los del frente Madrid-Atleti.

Queipo dijo...

Majete Felices Fiestas, Buen viaje y a pasarlo bien, besitos para los tuyos

Kureka dijo...

Padre, ¿Dónde está el post prometido? Feliz Navidad a todos!